Poder, Ambiente y Calidad de Vida

Poder, Ambiente y Calidad de Vida

junio 23, 2023 0 Por Julian Ballen
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Haré una construcción de un concepto híbrido llamado la cuestión ambiental, como forma de interrelación categorial entre los conceptos de naturaleza y sociedad que a su vez deben darnos por resultado del ejercicio la conceptualización de una idea de calidad vida. Así pues, Hector Sejenovich presenta el concepto de calidad de vida como la más compleja categoría de un determinado nivel de bienestar, que se interrelaciona directamente con las cuestiones ambientales que se entienden a su vez, como la sincronía hibrida sociedad – naturaleza. Relación que se presenta de manera permanente en la continua transformación de los ecosistemas y tecno sistemas, como interacciones de biota con herramientas y técnicas humanas, en aras de promover un mejoramiento en la calidad de vida de los seres humanos. Lo que se encuentra mediado por una racionalidad económica predominante en los modos de producción y las ideas de desarrollo socialmente aceptadas en la contemporaneidad y que generan contradicciones significativas al ámbito de estudio de la cuestión ambiental, que busca precisamente un equilibrio tanto conceptual como practico en el uso de la naturaleza para las formas productivas y de transformación, el entendimiento social de estas formas y su reflejo en las características de consumo global, así como de las dinámicas económicas que a su vez prescribe categorialmente los sistemas axiológicos de valoración de dicho entendimiento que se reflejan finalmente en las ideas de desarrollo que aceptamos como comunidad.

La calidad de vida es el resultado sistémico de percepción subjetiva de subsanación de necesidades del sujeto mediante objetos a través de un sistema de consumo, mediado por el ordenamiento de estructuras materiales que responden a preceptos ideológicos, tecnocientíficos, culturales, económicos y sociales que constituyen un entorno de inclinaciones de desarrollo, sintetizado como cuestión ambiental del cual deviene la forma de producción, transformación e impacto en un sistema natural. Naturaleza que una vez debilitada por la mediación social que la interviene a su vez media el entorno que recrea las ideologías de la población, que contradictoriamente ve reducida su calidad de vida subjetiva al percibir menos satisfacción paulatina a sus necesidades.

Conceptualización

La percepción conceptual de naturaleza y sociedad como aspectos determinantes de la cuestión ambiental a su vez dividen los principios de unidad y diversidad, la unidad universal se presenta en todo su concepto mismo, así pues, en palabras de Sejenovich, en cierto sentido, todo es naturaleza en distintos grados de evolución y en cierto modo todo es sociedad en tanto a la comprensión de la realidad exterior desde una subjetividad propia de sapiencias e ignorancias. Por otro lado, también existe la diversidad dada por la evolución material, esto quiere decir que la naturaleza esta mediada socialmente y las relaciones sociales se dan en una estructura natural a la que modifica y por la que es modificada, generando una suerte de simbiosis de retroalimentación mutua y continua.

En aras de un entendimiento más claro de los conceptos que serán utilizados en el desarrollo de este texto, el autor los categoriza de la siguiente manera; Sociedad, como concepto ya presentado en la cuestión ambiental comprende también en su haber categorías de estructuras económicas y sociales, así como las construcciones intersubjetivas que de ella se puedan desprender. Naturaleza como la sinergia en la relación hibrida de la cuestión ambiental junto a sociedad contempla categorías de ecosistemas, agroecosistemas y tecno sistemas, todas las formas de transformación de las fuentes primarias de insumos por la técnica humana. La Transformación que representa a nivel conceptual de forma homónima la producción, distribución, cambio y consumo, dentro de un marco ecológico, económico y social. Finalmente, la Población que tiene un alcance de categorías psicológicas, antropológicas, económicas relacionadas con la calidad de vida y la relación de sujeto, necesidad y objeto.

Edvard Munch El grito Cristian David Heras

Argumento 1

De lo anterior el texto “la calidad de vida, la cuestión ambiental y sus interrelaciones” nos expresa que la sociedad utiliza a la naturaleza para realizar procesos de transformación que busquen la calidad de vida de la población, la dificultad de este razonamiento que parece sencillo se encuentra en que para ello es inexorable un proceso productivo; sin embargo, menciona Sejenovich que todo acto de producción supone un acto de destrucción.

Un acto de destrucción entendido como las consecuencias e impactos a la naturaleza de carácter medibles y a aquellas también que se desatan fuera del espectro de planificación de la técnica humana. Presentándose diferentes formas de deterioro para diferentes formas de producción o transformación. Muchas veces siendo absorbido el impacto de esta transformación por la misma naturaleza gracias a su capacidad homeostática [1], sin embargo, para aquellos aspectos que exceden el control de la planificación y a su vez la capacidad del mismo sistema natural de auto regenerarse, se presentan inconvenientes imprevistos que afectan de manera directa el mismo sistema productivo, al alterar de tal modo un entorno que pierda sus cualidades esencialmente distintivas y extractivas.

Siendo consientes entonces, que siempre habrá efectos no previstos dentro de los procesos de transformación, Sejenovich propone una acción ambiental consistente en prevenir o reducir la destrucción o la afectación a la naturaleza, mientras que se espera aumentar la productividad. Esto por medio de los avances tecnocientíficos y agroecológicos.

Es que se hace visible una situación problemática en el modelo de consumo de la sociedad contemporánea en la que los procesos de transformación han valorado más unos recursos que otros, por la consideración económica que estos puedan tener, seleccionando unos cuantos elementos a considerarse como recursos naturales, presentado un desaprovechamiento de recursos con gran potencialidad de subsanar las necesidades humanas de la población actual y que en el momento se encuentran en categoría de desapercibidos.

El aspecto natural queda entonces revisado de una manera sistémica desde los procesos de transformación y como esto causa un efecto significativo sobre los sistemas naturales, lo que se enmarca en una dinámica antropológica que le aporta técnica y cultura de consumo, así como una suerte de entendimiento en el desarrollo de nuevas tecnociencias y agroecologías.

Argumento 2

Respecto a la calidad de vida, no podemos definirla sin la participación de la población en la resolución de sus problemas ambientales, pues se trata de un constructo multidimensional, pero sin ser claro cuáles son las dimensiones que deben considerarse, y esto es así, porque la calidad de vida no posee una acepción conceptual “objetiva”, pues el concepto refiere de manera directa a una percepción “subjetiva” que depende de la interacción del individuo y sus condiciones socio-materiales, de existencia que conforman su cultura. Para realizar un acercamiento a su conocimiento el texto evidencia los medios cualitativos que utilizan los investigadores en ciencias sociales y ambientales para conocer las dimensiones de calidad de vida en los grupos o poblaciones específicas. Utilizando como fuentes primarias de la información el discurso de dichos pueblos y la observación de sus prácticas. Lo que a menudo es segado por el concepto de “nivel de vida” que hace referencia a la capacidad de consumo de bienes y servicios, que a su vez genera divergencias en la forma en que los distintos pueblos adquieren y eligen estos bienes y servicios, como distribuyen sus ingresos.

Dicha subjetividad a veces pareciera influir en la desigualdad e injusticia social, adquiriendo relevancia la corriente denominada “Análisis Crítico del Discurso”[2] como instrumento útil para entender mejor los mecanismos a través de los cuales se reproducen ideologías que a su vez causan el comportamiento cultural.

En síntesis para Sejenovich el proceso de transformación se realiza según la racionalidad dominante de la formación económica y social de un pueblo que se perpetua en ideologías por parte de las clases dominantes, en este caso en América latina, basada en la máxima ganancia que conlleva una tendencia no solamente orientada a un incremento de la calidad de vida, sino que conduce también a un deterioro de la misma y a adoptar un mayor énfasis ecológico penado en la necesidad de la reproducción económica y social, que destaquen todos los elementos que puede ofrecer en forma sustentable integral a las sociedades.

Para ello propone como objetivo esencial elevar la calidad de vida mediante la maximización a largo plazo del potencial productivo de los ecosistemas, a través de tecnologías y la participación social en las decisiones de temas de desarrollo, conformando una estrategia global llamada: Calidad de vida como objetivo central y como instrumento; Utilización racional de los recursos naturales, tecnologías adecuadas y democratización del proceso de desarrollo. No consiste en cerrar las brechas que nos separa de países desarrollados, si no recorres un nuevo camino con nuestras propias metas, algo así, como pensar nuestra propia idea de desarrollo como pueblo y sociedad. Para lograrlo debemos generar cambios en la estructura del consumo para adecuarla a otro estilo de vida que deben definir nuestras propias poblaciones, seguramente mas adecuado a su salud física y mental. Esto supone importantes cambios en la tecnología, el patrón de producción y por su puesto en la demanda de recursos naturales.

Debe entonces definirse calidad de vida en estos nuevos pensamientos de desarrollo, lo que efectivamente hace Sejenovich en el final de su texto, partiendo del vínculo dinámico entre el individuo y su ambiente, colocando la atención conceptual, no en el individuo si no en esta relación dialéctica que involucra una satisfacción de necesidades por parte de los objetos al sujeto que a su vez tiene una participación continua y creativa en la transformación de su realidad. Accionamos constantemente ante un inminente desequilibrio venidero, desencadenando un proyecto futuro, una idea de desarrollo que nos hace actuar. En palabras textuales del autor; El sujeto individual o colectivo, percibe sus necesidades o satisfactores y evaluar su calidad de vida desde su propio pensamiento e ideología, que están determinados por su lugar en la estructura social y por su praxis, en un momento determinado y en una sociedad determinada


[1] Es una propiedad de los organismos que consiste en su capacidad de mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo). Se trata de una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de sistemas de control realimentados que constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos.

[2] Generalmente se encarga de analizar cómo las relaciones sociales se establecen y potencian a través del uso del lenguaje.

¿Y qué con esto?

Valorando de manera significativa el ejercicio de interrelación conceptual que ha hecho Héctor Sejenovich sobre la cuestión ambiental vista como una construcción de naturaleza y sociedad, y calidad vida vista como una construcción subjetiva de percepción de subsanación de necesidades. Donde realiza un recorrido sustancial de mención y análisis a las formas en como lo que podríamos llama un sistema ambiental que represente un acto de transformación de la naturaleza, obedece sustancialmente a una estructura económica social que esta atravesada por aspectos económicos, sociales y políticos y de la cual se realizan formas discursivas que permitan legitimar el modelo de transformación mismo que se implementa en un momento histórico determinado. Y a su vez como un complemento a esa estructura económica social presenta a la naturaleza como objeto de estudio en si misa, lo que se torna interesante al analizarla como una amalgama de recursos, que atravesados por la técnica devienen en ecosistemas y agrostemas como formas degradantes de transformación de la naturaleza y la visión de unos tecno sistemas e infraestructuras como la respuesta a una forma de ejercitar ideas de desarrollo no degradantes con el fin de reducir los procesos de destrucción en el acto productivo y aumentar la cantidad producida y satisfacer las necesidades de la población.

A pesar de la cohesión que pretende expresar el texto, queda en su lectura una etérea dea de contradicción, al suponer la tecnociencia como respuesta a la balanza de destrucción producción que si bien es válida, como el caso de la multinacional INARI[1] que trajo importantes avances en genómica, inteligencia artificial y edición múltiple de genes. La plataforma de tecnología SEEDesign™ con cada uno de estos desarrollos de vanguardia propende impulsar mejoras transformadoras en el rendimiento y la eficiencia en el uso de los recursos. Mostrando como resultado al mercado una semilla de maíz que consume un 40% menos de agua que otras semillas tradicionales y adicional a ello otorga un 10% más de producción.

Efectivamente la mirada a utilizar la tecnociencia como herramienta de mejoramiento de la efectividad de los procesos productivos tiene una relevancia significativa en las discusiones de las cuestiones ambientales en la cotidianidad, sin embargo aunque hace parte de la arista complementaria a la naturaleza, estructura económica social, Sejenovich da una mirada a la forma social que atraviesa estos sistemas de transformación que esta mediada por las ideologías, pensamientos e ignorancia de la misma población que es consumidora en un sistema productivo. Dando relevancia en su texto al Análisis crítico del discurso como instrumento útil para entender mejor los mecanismos a través de los cuales se reproducen ideologías que a su vez causan el comportamiento cultural, no profundizando en el concepto y su implicación para las formas de organización política que tienen las sociedades de hoy.

Una etérea mirada a la dialéctica de la mentalidad colectiva infundida en ideologías que se perpetúan a través de los intereses hegemónicos dominantes en cada sociedad, que con cierta timidez postula como la verdadera salida a un laberinto de contradicción entre consumo y calidad de vida. La contradicción radica entonces en proponer en un primer momento el desarrollo tecnocientífico como salida a la encrucijada y posterior a ello una mirada al uso del lenguaje en la constitución de las relaciones sociales que determinan las conductas de las poblaciones a través de los individuos.

Lo que eleva mi interés en este segundo punto el cual expresaré como postura frente a la dinámica binaria de llegar a una idea de producción sostenible.


Partiendo de la premisa ya dada; la problemática ambiental de la sociedad que busca calidad de vida reposa en el proceso de transformación a los sistemas naturales que pasa por etapas de producción, distribución, cambio y consumo, lo que causa a su vez una destrucción del mismo sistema natural. Esto se realiza con el fin de obtener bienes y servicios que satisfagan a las poblaciones, quienes valoran y legitiman las políticas y perspectivas, desde movimientos sociales, hasta desarrollos teóricos, como ordenamientos ambientales, educación y participación. Todo un entorno práctico y conceptual que hoy en día sigue estando esperanzado en los avances tecnocientíficos con el ánimo de encontrar formas de mayor producción y menos contaminación.

El análisis crítico del discurso es un tipo de investigación analítica sobre el discurso que estudia primariamente el modo en que el abuso del poder social, el dominio y la desigualdad son practicados, reproducidos, y ocasionalmente combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político. El análisis crítico del discurso, con tan peculiar investigación, toma explícitamente partido, y espera contribuir de manera efectiva a la resistencia contra la desigualdad social.

El análisis crítico del discurso se fundamenta en el acceso desigual a los recursos lingüísticos y sociales, recursos que son controlados por las instituciones.[1] Norman Fairclough destaca que la lengua conecta con lo social por ser el dominio primario de la ideología y por ser tanto el interés principal como el lugar en que tienen lugar las luchas de poder”[2]

Fairclough y Wodak (1994: 241-270) resumen como sigue los principios básicos del ACD:

1. El ACD trata de problemas sociales.

2. Las relaciones de poder son discursivas.

3. El discurso constituye la sociedad y la cultura.

4. El discurso hace un trabajo ideológico.

5. El discurso es histórico.

6. El enlace entre el texto y la sociedad es mediato.

7. El análisis del discurso es interpretativo y explicativo.

8. El discurso es una forma de acción social.

Ya otros autores han realizado producción intelectual en el examen de la ideología y las relaciones de poder puestas en juego en el discurso. Friedrich Engels y Karl Marx que posteriormente fueron enriquecidos por Lenin dan las bases conceptuales sobre las que Gueorgui Valentínovich Plejánov en textos como La concepción materialista de la historia, 1897. Presenta postulados como el materialismo dialéctico que concibe a la materia como sustrato de toda realidad, y dentro de esta realidad los sujetos y como resultado de los sujetos, el lenguaje y de ello, los discursos, así pues podemos intuir que según ellos, toda forma discursiva esta atravesada por las condiciones materiales que rodean una población especifica, su economía, su cultura, sus ideologías, sus ideas de desarrollo, etc.

Volviendo al análisis crítico hallamos de entrada entonces, en nuestro análisis de las relaciones entre el discurso y el poder, que el acceso a formas específicas de discurso, las de la política, los media o la ciencia, es en sí mismo un recurso de poder. En segundo lugar, como hemos sugerido antes, nuestras mentes controlan nuestra acción; luego si somos capaces de influenciar la mentalidad de la gente, sus conocimientos o sus opiniones, podemos controlar indirectamente (algunas de) sus acciones. Y, en tercer lugar, puesto que las mentes de la gente son influidas sobre todo por los textos y por el habla, descubrimos que el discurso puede controlar, al menos indirectamente, las acciones de la gente, tal y como sabemos por la persuasión y la manipulación.

Cerrar el círculo del discurso-poder significa, por último, que aquellos grupos que controlan los discursos más influyentes tienen también más posibilidades de controlar las mentes y Ias acciones de los otros. El ACD se centra en la explotación de tal poder, y en particular en el dominio, esto es, en los modos en que se abusa del control sobre el discurso para controlar las creencias y acciones de la gente en interés de los grupos dominantes. En este caso cabe considerar el «abuso», muy latamente, como una violación de normas que hace daño a otros, dados ciertos estándares éticos como las reglas (justas), los acuerdos, las leyes o los derechos humanos. En otras palabras, el dominio puede ser definido como el ejercicio ilegítimo del poder. [3]

Traspalando esta relación de discurso-poder a las implicaciones de la relación de la cuestión ambiental y la calidad de vida, podríamos colegir que el problema no radica fundamentalmente en desarrollar nuevas tecnociencias que permitan más producción y menos contaminación, si no por el contrario revisar las ideologías perpetuadas a través de los discursos dominantes en los organismos multilaterales a través de macro-manipulacion y que terminan enraizadas en las mentes de las poblaciones a través de los niveles micro de esta misma operación. Puede que la solución a todos los problemas ambientales no recaigan sobre la tecnociencia, si no en la conciencia de las creencias que adoptamos, como las ideas de desarrollo y las creencias de necesidad de productos y servicios, que nos han grabado en lo mas profundo del razonamiento todo un sistema de lenguaje hegemónico que busca mantener una constante de híper-productividad para perpetuar una sociedad de hiperconsumo, desviando las miradas hacia la crisis ambiental.

Tal vez estamos buscando la aguja en el pajar incorrecto.


Teun A. van Dijk. (1999) El análisis crítico del discurso

Norman Fairclough Language and Power. (1989) y Critical Discourse Analysis (1995)

https://es.wikipedia.org/wiki/An%C3%A1lisis_cr%C3%ADtico_del_discurso

Gueorgui Valentínovich Plejánov. (1897) La concepción materialista de la historia

https://inari.com/our-technology/

Hector Sejemovich. La calidad de vida, la cuestión ambiental y sus interrelaciones

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