1, 2, 3 por la superstición
En las primeras décadas del siglo XX las turbulencias posteriores a la primera guerra mundial agitaban la vida social, política, y artística del mundo, en especial de Europa. Parece que esta guerra marca el fin de una era y el principio de otra. La secuela más visible de este conflicto bélico fue la desaparición de cuatro grandes imperios: el alemán, el ruso, el austrohúngaro y el otomano. Al caer estos imperios aparecen las naciones-estado, que son los países como los conocemos hoy. Entonces nace una nueva era y un nuevo capítulo en la historia sociopolítica de la humanidad. Todo esto implicó unos movimientos y unas nuevas dinámicas económicas, que finalmente llevaron a una gran depresión que comienza a finales del veinte y se potencia en la década del treinta. Así que lo social y político (que hoy puede leerse, económico) sufrió serios traumatismos de los cuales hoy el mundo apenas se recupera.
En medio de todo ese panorama social, casi decadente por todo lo que implica una posguerra, el arte asomó sus ojos como descubriendo lo que los otros habían hecho. Podrían dedicarse buena cantidad de páginas para reseñar lo que dijeron por esos días la literatura, la pintura, el teatro… e incluso el cine. Y puede decirse que los inicios del cine mudo coinciden con la primera guerra mundial. Ya en la década del 20 la calidad de este cine es extremadamente alta. Una consecución de imágenes acompañada por música y en ocasiones por intertitulos o subtítulos fueron las principales características de esta era muda del cine.
Allí en la posguerra, en un escenario decadente, desesperanzador, casi apocalíptico, el séptimo arte fue capaz de reflejar a través de imágenes grotescas, mórbidas y monstruosas, aquella oscura década de horror y muerte. Uno de los movimientos importantes que surgen es el Expresionismo Alemán donde destacan importantes películas como Nosferatu, Golem y El gabinete del Dr. Caligari, entre otros.
Pero, en 1922, se estrena una película que de haber sido alemana hubiese destacado tanto como las películas del Expresionismo Alemán. Nosferatu y Golem nublaron esta película, que surgida de las neblinas nórdicas, se quedó oculta y prohibida, como todo lo que muestra ajenas vergüenzas. En los albores del cine Benjamin Christensen crea la mítica aunque oculta película Häxan: la brujería a través de los tiempos.
Conocí la película después de escuchar la canción Black Sabbath del grupo de rock psicodélico Coven; agrupación de temática abiertamente oscura y satánica, que igual que Häxan, oculta y poco conocida. En el video clip de la canción Black Sabbath ruedan variadas imágenes de la película de Christensen. La articulación de las imágenes motivó por completo mi curiosidad y me obligué a conocer esa extraña película.
En Häxan hay un cierto interés de tratar pedagógica y moralmente el tema de la brujería. Tal vez, Christensen alinea la superstición religiosa, de la cual se burla, con la superstición por la guerra. Häxan ubica al espectador en la época medieval, donde probablemente están las raíces de la brujería. Entonces, se narra la historia de la brujería (fin pedagógico) y se denuncia el absurdo de su superstición (fin moral). Se muestran imágenes fuertes, de tortura, de encierros, de denuncia a la inquisición, de denuncia a la superstición de la iglesia de aquellos días, de desacreditación del diablo.
El ambiente es interesante… durante la Edad Media las artes oscuras fueron un camino para alcanzar muchas de las fantasías que la época prohibía. La religión impedía y consideraba inaceptable todo lo que no comprendía, igual que hoy, creando lo que Christensen denomina “superstición” y frenando importantes hallazgos para la humanidad. Una escena de la película muestra dos jóvenes médicos que son descubiertos por una mujer en el momento en que van a practicar una autopsia. La mujer huye aterrorizada, gritando sobre los impíos actos que van a suceder. El avance científico detenido por el temor a ofender a Dios. Y Dios, claro está, aparece en escena.
El álbum donde se encuentra la canción Black Sabbath de la banda Coven se llama Witchcraft Destroys Minds & Reaps Souls, algo así como La brujería destruye mentes y cosecha almas. Diremos que los supersticiosos pierden y destruyen su mente y los hombres libres alimentan y cosechan su alma. Y diremos también que las mentes supersticiosas del medioevo crearon dos supersticiones: la brujería y la guerra. Fueron los romanos los que crearon la iglesia y también los que dijeron Si vis pacem, para bellum o Si quieres la paz, prepárate para la guerra. De la brujería hicieron un mal, de la guerra hicieron un bien. Häxan denuncia la falsedad de la moral cristiana y desnuda el abrigo de ellos a la guerra.
Häxan, película fundacional del cine de terror, es sugerente, perversa, estéticamente brillante, mórbida y seria.
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